Hace 16 años entendimos que una camiseta puede ser un canal de impacto eterno. Junto a mi esposa, convertimos esa idea en una misión: predicar a Jesús con creatividad, propósito y excelencia, usando la moda como plataforma.

No vendemos ropa, compartimos un mensaje.
Cada prenda nace de oración, Palabra y pasión. Creamos diseños que confrontan, despiertan y reconcilian. Nuestro llamado es claro: vestir a una generación que no se avergüenza del evangelio y que transforma las calles con lo que cree. Somos más que estética: somos mensaje con Espíritu.